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Giotto - La traición de Judas |
77.- La hora de la tiniebla. Monje, es la hora de la tiniebla, es la hora de la traición, es la hora de la negación. Como Judas traicionó al Señor que, amándole, le había escogido para compartir su Reino, también cada uno de tus pecados cubre de oscuridad la luminosa presencia del Señor. Pero Jesús no fulminó a Judas, ni castigó la negación de Pedro. Esperó paciente el arrepentimiento de ambos. Judas abandonó toda esperanza y dejó de creer en el misericordioso amor de Dios; Pedro, en cambio, se dejó vencer por la misericordia del Crucificado. Monje, aunque te tiente o te llegue a vencer la hora de la tiniebla, nunca desesperes, como Judas, sino procura vivir en el arrepentimiento, como Pedro.
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