83.- La Eucaristía. Monje, sin comer la carne del Señor y sin beber su sangre, no hay posibilidad de tener vida, pues su carne es verdadera comida, y su sangre verdadera bebida. No son alimentos corporales, sino sustento para la vida divina, de la que nos ha sido concedido participar en el inmenso amor y compasión que Dios nos ha tenido. De dicha realidad, ha querido el Señor dejarnos un sacramento en el que verdaderamente nos alimentamos del Señor. De la Eucaristía, monje, recibe vida tu vida, como culminación de tu encuentro orante con el Señor.
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