15.- ¿Qué haces, alma humana, en qué te ocupas? ¿Por qué te atas con el cuidado de tantas cosas? Solamente una cosa es necesaria ¿para qué te aturdes con más? Todo lo que apeteces en tantas, lo tienes en una. Si pretendes grandezas, si anhelas saber, si ansías placeres, si buscas nadas en abundancia, todo esto, absolutamente todo, lo encontrarás aquí, en su máxima perfección, como en ninguna otra parte.
¿Acaso en este lago de miseria y de barro hediondo puede haber verdadera grandeza y excelencia? ¿Acaso en esta región tenebrosa puede darse auténtica ciencia? ¿Por ventura en este lugar horrísono y de vasta soledad se hallará gozo verdadero, y entre tantas calamidades verdadera abundancia? Porque, ¿qué excelencia hay en el mundo que el temor no deteriore y cuál será la ciencia del hombre, que no se comprende a sí mismo?
Afirmamos, por tanto, que, si te deleitas en la carne, te comportas igual que el caballo y el mulo, los cuales carecen de entendimiento; si te complaces en honores y riquezas, cuando mueras nada llevarás contigo, ni tu gloria ni tus riquezas." Porque allí está la verdadera grandeza, donde nada más puede desearse; y la verdadera ciencia, donde nada se ignora; y la felicidad auténtica, que solamente aparece allí donde el fastidio carece de acceso; y la abundancia real se encuentra allí, donde jamás será posible que se agote.
¡Ay de nosotros, que nos hemos apartado de ti, Señor! ¡Ay de mí, que vivo desterrado en esta tierra ya demasiado tiempo! ¿Cuándo iré a comparecer en tu presencia? ¿Quién me diera alas de paloma para volar y descansar?
¿Acaso en este lago de miseria y de barro hediondo puede haber verdadera grandeza y excelencia? ¿Acaso en esta región tenebrosa puede darse auténtica ciencia? ¿Por ventura en este lugar horrísono y de vasta soledad se hallará gozo verdadero, y entre tantas calamidades verdadera abundancia? Porque, ¿qué excelencia hay en el mundo que el temor no deteriore y cuál será la ciencia del hombre, que no se comprende a sí mismo?
Afirmamos, por tanto, que, si te deleitas en la carne, te comportas igual que el caballo y el mulo, los cuales carecen de entendimiento; si te complaces en honores y riquezas, cuando mueras nada llevarás contigo, ni tu gloria ni tus riquezas." Porque allí está la verdadera grandeza, donde nada más puede desearse; y la verdadera ciencia, donde nada se ignora; y la felicidad auténtica, que solamente aparece allí donde el fastidio carece de acceso; y la abundancia real se encuentra allí, donde jamás será posible que se agote.
¡Ay de nosotros, que nos hemos apartado de ti, Señor! ¡Ay de mí, que vivo desterrado en esta tierra ya demasiado tiempo! ¿Cuándo iré a comparecer en tu presencia? ¿Quién me diera alas de paloma para volar y descansar?
Elredo de Rieval
El Espejo de la Caridad
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