A PRIMA
Benignísimo Señor Jesucristo, infinitas gracias os doy, por la caridad con que quisisteis ser presentado en el concilio de los Judíos, y en el Pretorio de Pilato, y en el Palacio del rey Herodes, y otra vez remitido a Pilato: y por todas las penas y trabajos que en estos caminos padecisteis, y porque en todos estos Tribunales quisisteis ser acusado, examinado, juzgado y condenado, y ser despreciado del rey injusto y adúltero, y desechado del pueblo ingrato y ciego. Suplicoos que me guieis en todos mis caminos, y me deis gracia para hacer juicio y justicia de mí mismo, y abstenerme de juzgar a mis proximos, y no hacer caso de los vanos juicios y estimaciones de los hombres: y así mismo os doy gracias por todo lo que hicisteis y padecisteis en esta hora.
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