El encuentro de Jesús con Nicodemo podemos leerlo a la luz de los Padres antiguos e intentar orar con esta expresión. "nacer de nuevo".
Él no sólo curó nuestras enfermedades con la fuerza de sus milagros, y nos liberó de nuestros muchos y gravísimos pecados, cargando con nuestras pasiones y con el suplicio de la cruz como si él lo mereciera, con la que saldó nuestra deuda, sino que nos enseñó a imitarlo en su benignidad condescendiente y en su perfecta caridad para con todos.
San Máximo Confesor (c.580-662)
Mira siempre hacia oriente, de donde sale para ti el sol de justicia, y te nace continuamente la luz, para que no camines nunca en tinieblas, ni te sorprenda en tinieblas aquel día último; sino que vivas siempre en la luz de la sabiduría, en el pleno día de la fe, bajo la luz de la caridad y de la paz.
Orígenes (c.185-253)
El que está lleno del Espíritu Santo habla diversas lenguas. Por ejemplo la humildad, la pobreza, la paciencia, y la obediencia, que son las palabras con que hablamos cuando los demás pueden verlas reflejadas en nuestra conducta.
San Antonio (1196-1231)
Mantened con firmeza lo que habéis recibido, conservadlo con alegría, no pequéis más. Conservaos así puros e inmaculados para el día del Señor.
San Paciano de Barcelona (S. IV-V)
Despojémonos de lo carnal, dejemos lo creado y volvamos al Creador, al que Pedro, fuera de sí, dijo, Señor, ¡qué bien estaría quedarnos aquí!.
San Anastasio Sinaíta (c.700)
Nacer de nuevo es dejarse guiar por la fuerza renovadora del Espiritu Santo. En él esta nuestro consuelo y él sabe lo que necesitamos, él intercede por nosotros, él es nuestro consolador y en él encontramos la fuerza para cumplir y obrar la voluntad del Padre.
Un monje
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