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martes, 7 de marzo de 2017

Cartuja de San José

Visitamos hoy una nueva Cartuja, fundada en Córdoba, Argentina. Las bellas imágenes están acompañadas de un cántico lleno de esperanza: el Rorate de Adviento.

viernes, 21 de octubre de 2016

La Gran Cartuja en 1964

La Gran Cartuja, ubicada en los Alpes, cerca de Grenoble, ha sido la cuna del monacato cartujo, una reforma monástica medieval que procuró combinar la esencia del eremitismo antiguo con la vida comunitaria benedictina. No abundan los reportajes sobre esta forma de vida monástica tan alejada del mundo. Hemos encontrado un interesante video, hablado en francés, que nos muestra la Gran Cartuja en el año 1964. Aunque la imagen es un tanto deficiente, parece un documento muy interesante.

viernes, 1 de julio de 2016

Las monjas cartujas

Si pocos son los monasterios de monjes cartujos en el mundo, mucho menor es el número de monjas cartujas. Por eso, este domingo queremos compartir unos momentos de su silenciosa y retirada existencia, a través de este video, que acompañado de su canto litúrgico, nos muestra imágenes de los distintos monasterios de las monjas cartujas. Que el Señor las conceda perseverar en su vocación, y suscite vocaciones que permitan mantener en el seno de la Iglesia un carisma tan precioso.

martes, 6 de octubre de 2015

Se alegra mi espíritu en el Señor


Habiéndome enterado, por la detallada y agradable relación de nuestro venerable hermano Landovino, del inflexible rigor con que observáis, de un modo tan sabio y digno de alabanza, vuestra Regla, y habiendo sabido de vuestro santo amor y vuestro constante interés por todo lo que se refiere a la integridad y la honestidad, se alegra mi espíritu en el Señor. En verdad, me alegro y prorrumpo en alabanzas y acciones de gracias al Señor y, sin embargo, suspiro amargamente. Me alegro, ciertamente, como es de justicia, por el incremento de los frutos de vuestras virtudes, pero me duelo y me avergüenzo de verme yo postrado, por mi indolencia y apatía, en la sordidez de mis pecados.

Alegraos, pues, hermanos míos muy amados, por vuestro feliz destino y por la liberalidad de la gracia divina para con vosotros. Alegraos, porque habéis escapado de los múltiples peligros y naufragios de este mundo tan agitado. Alegraos, porque habéis llegado a este puerto escondido, lugar de seguridad y de calma, al cual son muchos los que desean venir, muchos los que incluso llegan a intentarlo, pero sin llegar a él. Muchos también, después de haberlo conseguido, han sido excluidos de él, porque a ninguno de ellos le había sido concedida esta gracia desde lo alto.

Por lo tanto, hermanos míos, tened por bien cierto que todo aquel que ha llegado a disfrutar de este bien tan deseable, si llega a perderlo, se arrepentirá hasta el fin, si es que tiene un mínimo de interés y solicitud por la salvación de su alma.

Con respecto a vosotros, mis amadísimos hermanos legos, yo os digo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque veo la magnificencia de su misericordia sobre vosotros, por lo que me ha contado vuestro prior y padre amantísimo, el cual está muy satisfecho y contento de vuestro proceder. Alegrémonos también nosotros porque, sin baberos dedicado al estudio, el Dios poderoso graba en vuestros corazones no sólo el amor, sino también el conocimiento de su santa ley. En efecto, vuestra conducta es una prueba de vuestro amor, como también de vuestra sabiduría. Porque vuestro interés y cautela en practicar la verdadera obediencia pone de manifiesto que sabéis captar el fruto dulcísimo y vital de la sagrada Escritura.

San Bruno de Colonia
Carta a sus hijos cartujos (1-3: SC 88, 82-84)

martes, 14 de julio de 2015

Las monjas cartujas

Si pocos son los monasterios de monjes cartujos en el mundo, mucho menor es el número de monjas cartujas. Por eso, este domingo queremos compartir unos momentos de su silenciosa y retirada existencia, a través de este video, que acompañado de su canto litúrgico, nos muestra imágenes de los distintos monasterios de las monjas cartujas. Que el Señor las conceda perseverar en su vocación, y suscite vocaciones que permitan mantener en el seno de la Iglesia un carisma tan precioso.

viernes, 10 de abril de 2015

Digitalización de una Cartuja

Interesante montaje sobre una Cartuja holandesa. La recreación digital me ha parecido muy bien hecha.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Un día normal en la Cartuja de Miraflores

El cartujo se acuesta muy pronto, entre las siete y media y las ocho de la tarde. Cuatro horas más tarde, a las once y media de la noche, se levanta y comienza su jornada.

Después de  asearse y de orar un rato en el oratorio de su ermita, a las 0,15 horas, la campana de la torre convoca a los monjes a la oración de la noche en la iglesia; son los Maitines y los Laudes, oración cantada, compuesta de salmos, lecturas de la Sagrada Escritura y de los Santos Padres, preces y oraciones por las necesidades del mundo y de la Iglesia.

Este largo oficio litúrgico de la noche es muy apreciado por los monjes y se prolonga hasta las dos y cuarto o las tres de la mañana.

De vuelta a su ermita el cartujo hace una breve oración a la Virgen María en su oratorio y se acuesta.


A las seis y media de la mañana se levanta y dedica esas primeras horas a la oración. A las ocho se reúne la comunidad en la iglesia para la Misa, que siempre es cantada. La mañana transcurre en la ermita dedicada al estudio, la lectura meditada de la Sagrada Escritura, el trabajo manual. La comida es a las once y media y la tarde sólo se interrumpe para cantar en la iglesia el oficio litúrgico de Vísperas.


lunes, 6 de octubre de 2014

Se alegra mi espíritu en el Señor


Habiéndome enterado, por la detallada y agradable relación de nuestro venerable hermano Landovino, del inflexible rigor con que observáis, de un modo tan sabio y digno de alabanza, vuestra Regla, y habiendo sabido de vuestro santo amor y vuestro constante interés por todo lo que se refiere a la integridad y la honestidad, se alegra mi espíritu en el Señor. En verdad, me alegro y prorrumpo en alabanzas y acciones de gracias al Señor y, sin embargo, suspiro amargamente. Me alegro, ciertamente, como es de justicia, por el incremento de los frutos de vuestras virtudes, pero me duelo y me avergüenzo de verme yo postrado, por mi indolencia y apatía, en la sordidez de mis pecados.

Alegraos, pues, hermanos míos muy amados, por vuestro feliz destino y por la liberalidad de la gracia divina para con vosotros. Alegraos, porque habéis escapado de los múltiples peligros y naufragios de este mundo tan agitado. Alegraos, porque habéis llegado a este puerto escondido, lugar de seguridad y de calma, al cual son muchos los que desean venir, muchos los que incluso llegan a intentarlo, pero sin llegar a él. Muchos también, después de haberlo conseguido, han sido excluidos de él, porque a ninguno de ellos le había sido concedida esta gracia desde lo alto.

Por lo tanto, hermanos míos, tened por bien cierto que todo aquel que ha llegado a disfrutar de este bien tan deseable, si llega a perderlo, se arrepentirá hasta el fin, si es que tiene un mínimo de interés y solicitud por la salvación de su alma.

Con respecto a vosotros, mis amadísimos hermanos legos, yo os digo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque veo la magnificencia de su misericordia sobre vosotros, por lo que me ha contado vuestro prior y padre amantísimo, el cual está muy satisfecho y contento de vuestro proceder. Alegrémonos también nosotros porque, sin baberos dedicado al estudio, el Dios poderoso graba en vuestros corazones no sólo el amor, sino también el conocimiento de su santa ley. En efecto, vuestra conducta es una prueba de vuestro amor, como también de vuestra sabiduría. Porque vuestro interés y cautela en practicar la verdadera obediencia pone de manifiesto que sabéis captar el fruto dulcísimo y vital de la sagrada Escritura.

San Bruno de Colonia
Carta a sus hijos cartujos (1-3: SC 88, 82-84)

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cartuja de Notre-Dame de Val-de-Bénédiction.

Cartuja de Notre-Dame de Val-de-Bénédiction

Visitamos la que fuera la Cartuja más grande de Francia, la de Nuestra Señora del Valle de la Bendición, en Avignon. Cuando Aviñón era sede papal (entre 1309 y 1377), el lugar donde ahora se encuentra la ciudad de Villeneuve quedó ocupada por los palacios y residencias de los grandes dignatarios de la corte, estas grandes edificaciones se extendían bajo los muros del castillo conocido como fuerte de Saint-André que a su vez se había levantado en el lugar de una abadía benedictina (la abadía de Saint-André) existente desde el año 999.



El cardenal Aubert (1295? -1362), personaje influyente de la corte de Felipe VI de Francia, era propietario de uno de esos palacios, fue elegido papa en 1352, con el nombre de Inocencio VI. Fue entonces cuando adquirió varias propiedades cercanas a su antiguo palacio y se edificó una iglesia. El 2 de junio de 1356 fundó en este lugar una cartuja que puso bajo la advocación de san Juan Bautista, y que fue cambiada en 1362, pasando a conocerse como Cartuja de Notre-Dame de Val-de-Bénédiction.

Tumba del papa Inocencio VI

Las primeras construcciones se hicieron alrededor de los jardines del palacio de Inocencio VI (el actual claustro de San Juan), con la capilla de San Juan Bautista a levante. Desde aquí se fueron añadiendo otros claustros y construcciones hasta que la comunidad desapareció en 1790, como consecuencia de la Revolución.

El siguiente video nos muestra en detalle lo que fuera esta impresionante Cartuja, nacida en el entorno de la corte papal de Avignon.