viernes, 13 de septiembre de 2013

San Juan Crisóstomo. Homilía antes de partir al exilio


Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza.

¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos? Y allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad, ¿no estará presente el Señor? El me ha garantizado su protección, yo no me apoyo en mis fuerzas. Tengo en mis manos su palabra escrita. Este es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que haga». Este es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también.

Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo.

Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro.

Homilía antes de partir para el exilio (1-3: PG 52, 427*-430)

jueves, 12 de septiembre de 2013

Monasterio de las cuevas de Pskov

A pesar de que está hablado en ruso y traducido solo al inglés, nos ha parecido interesante, para aquellos que puedan entender el inglés, ver este reportaje sobre el Monasterio ortodoxo de las Cuevas, en Pskov.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Traslación de las Reliquias de santo Domingo de Silos


El Monasterio de Silos celebra hoy la Traslación de las Reliquias de Santo Domingo, a su actual capilla, en la que desde el siglo XVIII es venerado. En ese tiempo, los monjes decidieron sustituir su templo románico, por una iglesia más espaciosa y acorde al gusto de la época. Encargaron el proyecto al arquitecto Ventura Rodríguez. Por este motivo, decidieron abrir la tumba medieval en la que era venerado el santo, y trasladar sus reliquias a una urna de plata, que sería colocada en la capilla en la que actualmente se encuentran.

Santo Domingo de Silos fue un monje que, oriundo de Cañas (La Rioja), se vio forzado a abandonar su Monasterio de San Millán de la Cogolla, donde era prior conventual, y encontró refugio en el decaído monasterio de San Sebastián de Silos. Su celo hizo resurgir la vida monástica en este lugar. Su vida virtuosa no solo se vio refrendada por numerosos milagros obrados en vida, sino que dicho poder taumatúrgico se prolongó tras su muerte. De hecho, se sepulcro de objeto de peregrinaciones de devotos, que buscaban su intercesión.

Que dicha intercesión siga protegiendo a los monjes de Santo Domingo de Silos, y nos consiga a todos la gracia de una vida santa.

martes, 10 de septiembre de 2013

Monacato en Lituania

El Cristianismo ha experimentado un vigoroso florecimiento en los países sometidos hace años a la dictadura soviética. El ateísmo impuesto ha sido incapaz de terminar con las profundas raíces cristianas de dichos pueblos. Uno de ellos, especialmente unido a la Iglesia Católica, es Lituania. También el monacato benedictino ha vuelto a florecer en este país báltico. El siguiente video nos muestra una vestición monástica en una comunidad de monjas benedictinas lituanas.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Filoteo el Sinaíta


Cuando hayamos adquirido un cierto hábito de temperancia y de renunciamiento a los pecados visibles producidos por los cinco sentidos, estaremos en condiciones de cuidar nuestro corazón en Jesús, de recibir su iluminación, de saborear en nuestro espíritu con ferviente ternura las delicias de su bondad. La ley que nos prescribe purificar nuestro corazón no tiene más razón de ser que arrojar las imágenes de los malos pensamientos de la atmósfera de nuestro corazón; disiparlos por una atención constante para que podamos ver claramente, como en un día sereno, a Jesús, el sol de verdad, iluminando en nuestro espíritu los aspectos (las razones) de su majestad.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Monjes del Monte Athos venerando a la Santa Madre de Dios

Los monjes del Monasterio ortodoxo de Vatopedy, en el Monte Athos, veneran como una de sus más preciosas reliquias un cinturó de la Santísima Virgen María. En honor de la Madre de Dios celebran una liturgia, algunas de cuyas imágenes y sonidos podemos contemplar en el siguiente video.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Apotegmas de un monje a sí mismo


21.- El amor a la Palabra de Dios. Monje, aunque no tuviste la dicha de nacer en Israel hace dos mil años, y así poder haber conocido a Jesús, sí has sido agraciado con el don de la fe. Muchos vieron a Jesús, pero no creyeron en él. tú, sin embargo, eres dichoso, porque sin haberlo visto, has creído. Y te has hecho monje, precisamente, para conocerlo más y mejor, y para consagrar tu existencia a la alabanza al Padre, que el Hijo mismo comenzó en su vida terrena, y que el Espíritu Santo suscita desde lo hondo de tu corazón. Tu salvación consiste, precisamente, en vivir ya en tu existencia terrena la vida divina a la que has sido invitado en Cristo, el Señor. Pero, ¿cómo profundizar en tu conocimiento de Dios? No hay otro camino que el de la meditación de las divinas Escrituras, que nos revelan el rostro del verdadero Dios. Por eso, monje, consagra con ánimo renovado tu existencia a conocer la Palabra. En ella está tu vida, tu luz, tu futuro, su gozo. No desfallezcas, pues ella alimenta tu oración, mantiene viva tu fe, te confiere esperanza, y te empuja a la caridad. Que siempre tengas a mano las divinas Escrituras para conocer más y mejor al Salvador de los hombres. En nada mejor podrás emplear tu tiempo. Ellas te enseñarán a orar continuamente.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Filoteo el Sinaíta

Claudio Coello
San Francisco de Asís

Aquellos que entablan el combate interior del espíritu deben elegir en las santas Escrituras las ocupaciones espirituales que aplicarán con todo celo a su espíritu, como compresas de santidad. Desde muy temprano se ha dicho que es necesario mantenerse como centinela, con una inflexible resolución ante la puerta del corazón, con el recuerdo atento de Dios y la oración constante a Jesucristo en el alma; por la vigilancia del espíritu perseguir a muerte a todos los pecados de la tierra; por la intensidad del recuerdo de Dios decapitar para el Señor los poderes, es decir, cortar las primeras manifestaciones de los pensamientos enemigos tan pronto como aparezcan

jueves, 5 de septiembre de 2013

La Gran Cartuja en 1964

La Gran Cartuja, ubicada en los Alpes, cerca de Grenoble, ha sido la cuna del monacato cartujo, una reforma monástica medieval que procuró combinar la esencia del eremitismo antiguo con la vida comunitaria benedictina. No abundan los reportajes sobre esta forma de vida monástica tan alejada del mundo. Hemos encontrado un interesante video, hablado en francés, que nos muestra la Gran Cartuja en el año 1964. Aunque la imagen es un tanto deficiente, parece un documento muy interesante.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Filoteo el Sinaíta


Se desarrolla en nosotros un combate más arduo que la guerra visible. El obrero de la santidad debe, animosamente, correr en espíritu hacia la meta (cf. Flp 3, 14) para conservar perfectamente en su corazón el recuerdo de Dios, tal como se hace con una perla fina o una piedra preciosa. Debemos abandonarlo todo; despreciar nuestro cuerpo y la vida presente para tener en nuestro corazón solamente a Dios.