Claudio Coello San Francisco de Asís |
Aquellos que entablan el combate interior del espíritu deben elegir en las santas Escrituras las ocupaciones espirituales que aplicarán con todo celo a su espíritu, como compresas de santidad. Desde muy temprano se ha dicho que es necesario mantenerse como centinela, con una inflexible resolución ante la puerta del corazón, con el recuerdo atento de Dios y la oración constante a Jesucristo en el alma; por la vigilancia del espíritu perseguir a muerte a todos los pecados de la tierra; por la intensidad del recuerdo de Dios decapitar para el Señor los poderes, es decir, cortar las primeras manifestaciones de los pensamientos enemigos tan pronto como aparezcan
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