viernes, 14 de junio de 2013

Apotegmas de un monje a sí mismo


15.- Unificación. Monje, tu mismo nombre significa uno, unidad. Contiene todo un programa de vida. El pecado te ha dividido interiormente. Por una parte está tu entendimiento, iluminado por Dios, que conoce el Bien para el que ha sido creado; y tu voluntad procura el Bien que Dios le ha propuesto. Pero el pecado te disgregó interiormente, y de esta división procede la esclavitud a la que te somete. Por eso, monje, procura luchar contra el pecado, que te divide interiormente, y aspira a tu unidad interior. Recuerda al bienaventurado Pablo, que constataba cómo por una parte deseaba el bien, pero por otra parte hacía el mal. Sé monje, es decir, adhiérete con todas tus fuerzas al proyecto de santidad al que Dios te ha destinado. Lucha por la unificación de tu ser con el proyecto de Dios sobre ti.

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