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miércoles, 30 de enero de 2019

La Chaise Dieu

En la memoria de san Lesmes, Adelmo, visitamos el Monasterio de la Chaise Dieu, la Casa de Dios, que está en los orígenes de su vocación. Fundado por san Roberto de Turlandia, se trata de uno de los lugares más impresionantes del centro de Francia. Desgraciadamente, no logró superar la prueba de la Revolución Francesa. En cualquier caso, dejó en la Iglesia medieval frutos tan logrados como la santidad de Lesmes, o la fundación del Cebreiro, en el Camino de Santiago gallego.

viernes, 9 de octubre de 2015

San Dionisio de Paris y su abadía


Martirologio Romano: San Dionisio, obispo, y compañeros, mártires, de los cuales la tradición quiere que el primero, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fuese el primer obispo de París, y que junto con el presbítero Rústico y el diácono Eleuterio, padeciesen en las afueras de la ciudad (s. III). 

Dionisio habría llegado a Francia hacia el 250 ó 270 desde Italia con seis compañeros con el fin de evangelizarla. Fue el primer obispo de París, y apóstol de las Galias. Fundó muchas iglesias y fue martirizado en el 272, junto con Rústico y Eleuterio, durante la persecución de Aureliano. Según creen algunos es en Montmartre (mons Martyrum), o en el sur de la Isla de la Cité, según otros, donde se eleva, en la actualidad, la ciudad de Saint-Denis lugar en el que fueron condenados a muerte.


Según las Vidas de San Dionisio, escritas en la época carolingia, tras ser decapitado, Dionisio caminó seis kilómetros con su cabeza bajo el brazo, atravesando Montmartre, por el camino que, más tarde, sería conocido como calle de los Mártires. Al término de su trayecto, entregó su cabeza a una piadosa mujer descendiente de la nobleza romana, llamada Casulla, y después se desplomó. En ese punto exacto se edificó la célebre basílica de Saint-Denis en su honor.

La tradición del culto a San Dionisio de París, fue creciendo poco a poco, dándole a conocer, llegando a confundirlo con Dionisio Areopagita (obispo de Atenas) o con Dionisio el Místico. Esta confusión proviene del siglo XII cuando el abad Suger falsificó unos documentos por razones políticas, haciendo creer que San Dionisio había asistido a los sermones de Pablo de Tarso.


Ya desde el Bajo Imperio existía un cementerio en Saint-Denis. En el siglo IV se erigió un mausoleo en el mismo lugar en el que se encuentra hoy el altar mayor. En el siglo V, Santa Genoveva adquirió las tierras colindantes e hizo construir una iglesia, que fue ampliada por dos veces durante la época merovingia, especialmente durante el reinado de Dagoberto I. Hacia el año 630 fue enterrado en ella San Dionisio (primer obispo de París) junto con dos de sus compañeros: el sacerdote Rusticus y el diácono Eleuthère. Hacia 750 se empezó a construir un nuevo santuario por orden de Pipino el Breve. Durante la época carolingia se construyó una iglesia en forma de basílica, con tres naves y un transepto. La misma fue renovándose con el transcurso de los años hasta el siglo XIV. Durante la primera mitad del siglo XII, el abad Suger, consejero de Luis VI el Gordo y de Luis el Joven, hizo derribar la iglesia carolingia y erigir una iglesia gótica. Con Suger la abadía adquirió más importancia; en ella se guardaban las regalías y se convirtió en una necrópolis real y dinástica.


Desde la muerte de Hugo Capeto, la basílica contiene las tumbas de los reyes de Francia, excepto la de Felipe I que fue enterrado en el monasterio de Saint-Benoît-sur-Loire. El primero de los reyes capetos, Hugo, fue abad laico de Saint-Denis, quien se aprovechó del potencial de la abadía para reforzar su poder. El 22 de agosto de 1291, una bula del papa Nicolás IV, firmada en Orvieto, ratificó la bula de Celestino III que otorgaba a los religiosos de Saint-Denis el privilegio de no estar sometidos a ninguna sanción canónica viniera de quien viniere (excepto las de sus abades), sin que la misma tuviera una licencia especial del soberano pontífice. Los reyes de Francia acudían a la abadía de Saint-Denis a orar y tomar la Oriflama antes de ir a la guerra o a las cruzadas.

viernes, 30 de enero de 2015

La Chaise Dieu

En la memoria de san Lesmes, Adelmo, visitamos el Monasterio de la Chaise Dieu, la Casa de Dios, que está en los orígenes de su vocación. Fundado por san Roberto de Turlandia, se trata de uno de los lugares más impresionantes del centro de Francia. Desgraciadamente, no logró superar la prueba de la Revolución Francesa. En cualquier caso, dejó en la Iglesia medieval frutos tan logrados como la santidad de Lesmes, o la fundación del Cebreiro, en el Camino de Santiago gallego.

martes, 11 de noviembre de 2014

Abadía de Ligugé


El Monasterio de Ligugé fue fundado por san Martín de Tours. Martín se formó en Poitiers donde llegó en el año 356, convirtiéndose en discípulo del obispo Hilario. Después de una estancia fuera de esta ciudad, a su regreso el 361, se retiró a un lugar de las cercanías, donde ahora se encuentra Ligugé, donde se han encontrado testimonios arqueológicos de ocupación de época galo-romana. A su alrededor se reunieron sus discípulos en lo que se convertiría en un cenobio, al tiempo que se extendía la fama de su santidad. Se sitúa en este lugar uno de los episodios milagrosos del santo, cuando resucitó un catecúmeno que había muerto en su ausencia, cuando Martín regresó, intercedió para devolverle la vida y pudo ser bautizado. Su popularidad hizo que el 371 fuera proclamado, a pesar de su oposición inicial, obispo de Tours, cargo que compaginó con la práctica del monaquismo en Marmoutier donde también fundó un cenobio. Murió el 397.


A pesar de la falta de noticias, posiblemente esa casa tuvo continuidad y sólo se puede asegurar la existencia de una comunidad en el año 591, cuando recibe la visita de Gregorio de Tours. Las escasas noticias hablan de destrucciones y reconstrucciones, por otra parte se conoce una obra redactada por el monje Defensor de Ligugé hacia el 700, el "Liber scintillarum" y también se han encontrado restos arqueológicos consideradas construcciones de aquella época bajo la iglesia actual. Durante el siglo VIII fue víctima de la inestabilidad de las guerras normandas y el monasterio habría quedado abandonado, perdiéndose su rastro durante dos siglos. Se sitúa hacia el siglo VIII o IX una lápida sepulcral de un abate desconocido, que habría edificado la basílica dedicada a san Martín, aquella iglesia y monasterio se habrían perdido a mediados del siglo IX, saqueados.


En 1607 y con el consentimiento del obispo de Maillezais, el priorato de Ligugé fue entregado a los jesuitas de Poitiers, estos hicieron algunas restauraciones de los edificios y lo mantuvieron como casa de reposo hasta su expulsión en 1762, fecha en que pasó al capítulo de Poitiers que se hizo cargo del lugar hasta que la Revolución puso los bienes en manos del Estado y en 1793 se puso a la venta. En 1853 con la llegada de una comunidad procedente de la abadía de Solesmes, se restableció la vida monástica, obteniendo el título de abadía en 1856.


Desde aquí se impulsaron otras fundaciones monásticas. En 1880, con motivo de la legislación laicista francesa, se produjo la restauración en España del Monasterio de Silos. En 1885 la comunidad regresó a Ligugé, pero tuvieron que abandonar nuevamente la casa entre los años 1901 y 1923. El conjunto monástico de la actual abadía está formado básicamente por construcciones del siglo XIX. La iglesia monástica de la actual comunidad está situada a poniente y data del siglo XX.