El Monasterio de Ligugé fue fundado por san Martín de Tours. Martín se formó en Poitiers donde llegó en el año 356, convirtiéndose en discípulo del obispo Hilario. Después de una estancia fuera de esta ciudad, a su regreso el 361, se retiró a un lugar de las cercanías, donde ahora se encuentra Ligugé, donde se han encontrado testimonios arqueológicos de ocupación de época galo-romana. A su alrededor se reunieron sus discípulos en lo que se convertiría en un cenobio, al tiempo que se extendía la fama de su santidad. Se sitúa en este lugar uno de los episodios milagrosos del santo, cuando resucitó un catecúmeno que había muerto en su ausencia, cuando Martín regresó, intercedió para devolverle la vida y pudo ser bautizado. Su popularidad hizo que el 371 fuera proclamado, a pesar de su oposición inicial, obispo de Tours, cargo que compaginó con la práctica del monaquismo en Marmoutier donde también fundó un cenobio. Murió el 397.
A pesar de la falta de noticias, posiblemente esa casa tuvo continuidad y sólo se puede asegurar la existencia de una comunidad en el año 591, cuando recibe la visita de Gregorio de Tours. Las escasas noticias hablan de destrucciones y reconstrucciones, por otra parte se conoce una obra redactada por el monje Defensor de Ligugé hacia el 700, el "Liber scintillarum" y también se han encontrado restos arqueológicos consideradas construcciones de aquella época bajo la iglesia actual. Durante el siglo VIII fue víctima de la inestabilidad de las guerras normandas y el monasterio habría quedado abandonado, perdiéndose su rastro durante dos siglos. Se sitúa hacia el siglo VIII o IX una lápida sepulcral de un abate desconocido, que habría edificado la basílica dedicada a san Martín, aquella iglesia y monasterio se habrían perdido a mediados del siglo IX, saqueados.
En 1607 y con el consentimiento del obispo de Maillezais, el priorato de Ligugé fue entregado a los jesuitas de Poitiers, estos hicieron algunas restauraciones de los edificios y lo mantuvieron como casa de reposo hasta su expulsión en 1762, fecha en que pasó al capítulo de Poitiers que se hizo cargo del lugar hasta que la Revolución puso los bienes en manos del Estado y en 1793 se puso a la venta. En 1853 con la llegada de una comunidad procedente de la abadía de Solesmes, se restableció la vida monástica, obteniendo el título de abadía en 1856.
Desde aquí se impulsaron otras fundaciones monásticas. En 1880, con motivo de la legislación laicista francesa, se produjo la restauración en España del Monasterio de Silos. En 1885 la comunidad regresó a Ligugé, pero tuvieron que abandonar nuevamente la casa entre los años 1901 y 1923. El conjunto monástico de la actual abadía está formado básicamente por construcciones del siglo XIX. La iglesia monástica de la actual comunidad está situada a poniente y data del siglo XX.
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