52.- Los Padres han dicho que el hombre adquiere el temor de Dios por el recuerdo de la muerte y de los castigos; al examinar cada tarde cómo pasó el día y cada mañana cómo ha pasado la noche; guardándose de la ligereza de espíritu y uniéndose a un hombre temeroso de Dios.
En efecto, se cuenta que un hermano preguntó a un anciano: "Padre, ¿qué debo hacer para temer a Dios?", a lo que el anciano respondió: "Ve, únete a un hombre temeroso de Dios, y por lo mismo que le teme, te enseñar a ti el temor de Dios".
Por el contrario, alejamos de nosotros el temor de Dios si hacemos lo opuesto a todo eso: Si no pensamos en la muerte ni en los castigos, si no nos vigilamos a nosotros mismos, si no examinamos nuestra conducta, viviendo de cualquier manera y juntándonos con cualquier persona. Pero sobre todo, cuando nos entregamos a la ligereza de espíritu, que es lo peor de todo y la ruina segura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario