sábado, 6 de julio de 2013

Apotegmas de un monje a sí mismo


18.- Paciencia contigo mismo. Monje, sé paciente contigo mismo. Tu peor enemigo suele ser tu propia impaciencia por alcanzar la santidad. No te preocupes. Persevera en la oración, esfuérzate en amar, y no te agobie la constatación de tus propias imperfecciones, de tus propios defectos, de tus propios pecados. Dios te quiere poner a prueba para perfeccionarte. No dejes para mañana el esfuerzo de tu propia conversión, pero no te agobies si el ritmo de dicha conversión te parece lento, o si te parece que, incluso, retrocedes, en vez de avanzar. Sé paciente contigo mismo, y confía en el Señor.

1 comentario:

  1. Pensamiento que nos puede ayudar a todos, a todos!!! Gracias por compartir.

    ResponderEliminar