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Capitel de la Natividad del Señor, Silos |
61.- ¡Cuánta gracia! Monje, considera todo el amor que el Señor ha mostrado hacia la persona humana, creándola primero a su imagen y semejanza, dotándola de entendimiento, de voluntad y de memoria; rescatándola, luego, cuando se inclinó hacia las tinieblas del pecado. Y esta obra de la redención la llevó a cabo despojándose de su mismo ser de Dios, encarnándose en el seno de una familia pobre y naciendo en el desamparo de quienes solo encontraron un pesebre para acostar al niño, al calor de unos animales que mostraron más compasión que los restantes habitantes de Belén. Considera, monje, cuánto le ha costado al Señor el haberte amado tanto, y deja que tu corazón exulte en cantos de alabanza.
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