37.- Entrar en una luz maravillosa. Monje, el apóstol Pedro te recuerda en su Carta que el Señor te ha llamado a salir de las tinieblas y a entrar en su luz maravillosa. ¿A qué llama tinieblas el apóstol? A todo lo que no es el Señor, a todo lo que, por más que te pueda parecer que es valioso, sin su presencia, se vuelve oscuro como la noche. ¿Cómo será esa luz maravillosa? No sólo te permitirá contemplar y comprender, sino que te transfigurará en el amor del Señor que te abraza.
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