En Baviera, conmemoración de san Alto, abad, el cual, habiendo nacido en Irlanda, fundó en los bosques de esta región el monasterio que después llevó su nombre (s. VIII).
Recordamos hoy a uno de los monjes irlandeses que abandonó su patria para participar en la evangelización del centro de Europa. San Alto vivió en reclusión, aproximadamente en el año 750. Se le ha descrito tanto como un anglosajón, así como un irlandés. Sin embargo el nombre Alto indiscutiblemente aparece como de Irlanda.
Se conoce poco acerca de sus condiciones de vida, excepto que vivió durante cierto tiempo como un ermitaño. Subsistió de los productos del bosque y luego de ese período, fundó un monasterio benedictino, en un lugar que es llamado Altomünster, en la Diócesis de Freising. Previamente había obtenido los derechos sobre el terreno, de parte del Rey Pepino. Se considera que San Bonifacio llegó a santificar la iglesia alrededor del año 750. Existe aún una edificación indicando la inscripción de referencia a Alto reclusus. La inscripción probablmente data desde los tiempos de ermitaño.
No se sabe el año de su muerte, pero se conmemora el 9 de febrero. El monasterio de Altomünster sufrió muchas transformaciones desde las invasiones de los hunos y como producto de la tiranía de varios nobles. No obstante, cerca del año 1,000 fue restaurado como un monasterio benedictino. Más tarde fue lugar de vida para monjas benedictinas, y ellas lo dieron como lugar para albergar a la comunidad dúplice monjes y monjas brígidas, a fines del Siglo XV; en manos de esta última comunidad se encuentra aún ahora.
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