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Roger van der Weyden. Crucifixión |
92.- La grandeza de Dios. Monje, cuando contemples la inmensidad insondable del universo, y te sientas insignificante, no dudes ni te atemorices: confía, simplemente, en quien te llamó a la existencia para amarte, para ser tu compañero y para compartir contigo, en el Espíritu Santo, el amor de Dios Padre Todopoderoso, fuente de toda bondad.
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