Sí, san Benito fue ejemplo luminoso de santidad e indicó a los monjes como único gran ideal a Cristo; fue maestro de civilización que, proponiendo una equilibrada y adecuada visión de las exigencias divinas y de las finalidades últimas del hombre, tuvo siempre muy presentes también las necesidades y las razones del corazón, para enseñar y suscitar una fraternidad auténtica y constante, a fin de que en el conjunto de las relaciones sociales no se perdiera una unidad de espíritu capaz de construir y alimentar siempre la paz.
Son palabras del Santo Padre Benedicto XVI pronunciadas en el curso de su visita, el 24 de mayo de 2009, a la Abadía de Montecasino. Hoy, como preparación a dicha celebración, podemos ver las imágenes del comienzo de las solemnes vísperas que se celebraron en la Basílica. Comienza con la procesión de entrada, desde la Sala Capitular, a través del claustro, hasta la Puerta del templo, y la procesión hasta el altar; sigue el saludo que le dirigió el entonces Abad de Montecasino.
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