23.- ¿De dónde viniste al huerto? ¿De dónde, sino de la Cruz? Ojalá que yo tome tu cruz y te siga. Pero, ¿cómo te seguiré? Y tú me preguntas cómo me separé de ti.
Creo, Señor, que no lo hice con el movimiento de los pies, sino mediante el afecto del alma. No deseando- que la sustancia del alma se mantuviese contigo, la acerqué a mí y, queriendo poseerme a mí sin ti, te perdí a ti y a mí.
He venido a ser una carga para mí mismo. Me he convertido en lugar de miseria y tinieblas, en paraje horroroso y región de ignorancia y necesidad. Por tanto, me levantaré e iré a mi Padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Creo, Señor, que no lo hice con el movimiento de los pies, sino mediante el afecto del alma. No deseando- que la sustancia del alma se mantuviese contigo, la acerqué a mí y, queriendo poseerme a mí sin ti, te perdí a ti y a mí.
He venido a ser una carga para mí mismo. Me he convertido en lugar de miseria y tinieblas, en paraje horroroso y región de ignorancia y necesidad. Por tanto, me levantaré e iré a mi Padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Elredo de Rieval
El Espejo de la Caridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario