6.- Por tanto, para que no parezca que callamos el modo en que cada criatura subsiste y cuál sea a cada una de ellas más conveniente, pregunto: ¿Qué bien resulta más adecuado a la criatura racional que la bienaventuranza, si es justa?, o ¿qué otra cosa le cuadra mejor que la miseria, si es inicua? En fin, ¿qué modo es el más adecuado para la criatura irracional, e incluso para la insensible, sino servir a la felicidad o cooperar a la desgracia de aquellos seres racionales, ya que ellas por naturaleza no pueden ser bienaventuradas ni infelices? Con atinado acierto dijo un sabio que el agua, el fuego, el hierro, la sal, el trigo, la miel, la leche, el vino, el aceite y el vestido, todas estas cosas son buenas para los piadosos, más para los pecadores se convierten en males. No discuta, por consiguiente, el hombre por qué le ha tocado un lugar común con los animales, ya que fue puesto en honor, y no lo entendió; y no sólo tiene el lugar común, sino que se le ha comparado con las bestias insensatas y se ha hecho semejante a ellas.
7.- Ahora se ha de advertir y predicar igualmente la sabiduría del Creador, que, aunque no sea el autor y provocador de los males, es, sin embargo, prudentísimo ordenador de estos mismos males. ¿Por qué, pues, oh dulcísimo y omnipotentísimo Señor, no dejas que el mal sea para mal, que por él se ponga en riesgo tu eterno propósito, a fin de que tu misma omnipotencia aparezca más clara, más suave tu misericordia y más admirable tu sabiduría, sacando con tu divino poder bienes de los males, ordenando sabiamente las desordenadas cosas y regalando misericordiosamente la bienaventuranza a los miserables?
7.- Ahora se ha de advertir y predicar igualmente la sabiduría del Creador, que, aunque no sea el autor y provocador de los males, es, sin embargo, prudentísimo ordenador de estos mismos males. ¿Por qué, pues, oh dulcísimo y omnipotentísimo Señor, no dejas que el mal sea para mal, que por él se ponga en riesgo tu eterno propósito, a fin de que tu misma omnipotencia aparezca más clara, más suave tu misericordia y más admirable tu sabiduría, sacando con tu divino poder bienes de los males, ordenando sabiamente las desordenadas cosas y regalando misericordiosamente la bienaventuranza a los miserables?
Elredo de Rieval
El Espejo de la Caridad
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