En el monasterio de Cava, en la Campania, san Pedro, que habiendo seguido desde su juventud vida eremítica, fue elegido obispo de Policastro, pero cansado del estrépito de la vida exterior, regresó al monasterio, donde, constituido abad, restableció admirablemente la disciplina (1123).
El Martirologio romano nos lleva hoy a uno de los Monasterios más célebres del sur de Italia: Cava de' Tirreni. Pedro de Cava o Pedro de Pappacarbone (Salerno, Campania, c. 1038 - Cava de' Tirreni, 1123) fue un obispo y abad benedictino italiano. Es recordado como abad tercero de la Abadía de Cava. Nacido en Salerno, era sobrino de Alfiero de Pappacarbone, noble salernitano que se había retirado par ahacer una vida heremítica y había fundado la Abadía de Cava, puesta bajo la observancia benedictina. Pedro ingresó bajo el mando del abada León I. Marchó a la Abadía de Cluny, doonde estuvo entre 1062 y 1068, y fue obispo de Policastro y, entre 1067 y enero de 1072, fue abad de San Arcangelo nel Cilento.
Fue elegido entonces coadjutor de la abadía de Cava por León I, hacia 1072 y renunció al obispado. Poco después, en noviembre de 1078 se convirtió en abad. Su mandato fue muy riguroso. Amplió el monasterio y consolidó la relación con otros monasterios que dependían, constituyendo una congregación benedictina sobre el modelo de la Congregación de Cluny. Creó así la llamada Orden de Cava, que acabó teniendo un papel relevante en el sur de Italia. Redactó las Constitutiones Cavensis a partir de les constituciones de Cluny. En 1092 recibió en la abadía el papa Urbano II, que consagró la basílica. Renunció al cargo después de muchos años de gobierno y murió haciendo vida hermética en la cueva de Arsicia, cerca de la abadía. Le sucedió Constable, que era entonces el coadjutor.
Con tal motivo, vamos a visitar el Monasterio de Cava, a través de un reportaje de la Televisión Italiana, con motivo de su milenario, el año 2011.
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