29.- El libre albedrío es una fuerza natural del alma o, si es posible expresado con más claridad, aquello propio del hombre por lo que éste se inclina a algo con ayuda de la la razón; no consiste en la inclinación hacia el bien o hacia el mal, en una u otra cosa, sino en la misma raíz del consentimiento.
Así como son cosas distintas la vista y la visión, puesto que la vista es uno de los cinco sentidos corporales y, en cambio, es la visión el ejercicio de ese sentido, igualmente hemos de decir del consentimiento y de aquello con que se consiente.
El consentimiento es una acción del alma y el libre albedrío es una fuerza natural de aquélla, por la que se inclina, con la ayuda de la razón en ella existente, a elegir lo que la atrae. Mas como el consentimiento se ejerce por la voluntad y el juicio por la razón, estas dos cosas, la razón y la voluntad, constituyen el libre albedrío.
La razón, en cierto modo, propone las cosas buenas o malas, lo justo y lo injusto, e incluso aquellas otras intermedias. Y la voluntad, y sólo ella, ejerce el consentimiento.
Así como son cosas distintas la vista y la visión, puesto que la vista es uno de los cinco sentidos corporales y, en cambio, es la visión el ejercicio de ese sentido, igualmente hemos de decir del consentimiento y de aquello con que se consiente.
El consentimiento es una acción del alma y el libre albedrío es una fuerza natural de aquélla, por la que se inclina, con la ayuda de la razón en ella existente, a elegir lo que la atrae. Mas como el consentimiento se ejerce por la voluntad y el juicio por la razón, estas dos cosas, la razón y la voluntad, constituyen el libre albedrío.
La razón, en cierto modo, propone las cosas buenas o malas, lo justo y lo injusto, e incluso aquellas otras intermedias. Y la voluntad, y sólo ella, ejerce el consentimiento.
Elredo de Rieval
El Espejo de la Caridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario