sábado, 19 de abril de 2014

Apotegmas de un monje a sí mismo


31.- Confianza. Monje, ¿cómo crees que se encontraban los discípulos aquel primer sábado santo? Mucho más desconcertados que tú en tus peores momentos de desolación; mucho más inseguros que tú en tus peores dudas; mucho más tristes que tú en tu más lacerante soledad. ¿Cómo celebrarían aquella pascua, cuando hacía pocas horas habían contemplado la atroz aniquilación de su Maestro? ¿Qué pensarían al cantar el versículo del salmo pascual: Éste es el día en el que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo? Monje: ¡confía en el Señor! En pocas horas, de forma absolutamente inesperada, brillará su refulgente luz desde lo más profundo del cosmos.

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