35.- Cristo fue a buscarte. Monje, los Padres te enseñan que Cristo descendió a los infiernos y rescató a toda la humanidad que yacía en tinieblas y sombras de muerte. Pero no sólo fue a buscar a cuantos vivieron en el pasado: también descendió a lo profundo de tu propio pecado, a ese abismo de oscuridad en el que tus malas acciones te precipitan, y que tanta vergüenza te causan cuando, con sinceridad, las reconoces. Cristo descendió a tus propios infiernos, monje, y te encontró tan desnudo de méritos como a los primeros padres. No te avergüences: no lo hizo sino para salvarte definitivamente.
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